Thursday, July 12, 2018

El amor






El amor




He sentido los bríos seductores del intenso amor,
penetrando su misterio por el cristal de la mirada
y su triunfal grito como un trueno directo al corazón
para hacer vibrar latidos como mariposas en el alma.


He sentido como arranca de raíz a la razón
al rozar la piel con su pulso sosegado de palabras
y como planta la frescura de su intrínseca ilusión
para engendrar azules sueños de vigorosas alas.


Lo he sentido aislar al oneroso tiempo en el reloj
para disfrutar sin prisas cuando dos se aman
y como deja la cadencia ardiente del temblor
desmayado de pasión y gozo entre las sábanas.


He sentido como achica el mundo alrededor
hasta convertir el exceso externo en nada
y como acerca la lejanía del cielo, la luna y el sol,
pues para el amor nunca han existido las distancias.


Lo he sentido madurar los sentimientos con temor
y evaporarse súbitamente como las fragancias
y durar, aunque las brisas del tiempo soplen la pasión,
porque los valores más fuertes los da en su andanza.


Pero hoy he sentido su llanto desesperado de dolor,
arrastrando vida y muerte hacia el abismo del mañana,
porque su huella es la existencia viva cuando dice adiós
y la insondable herida, el deceso lento que nunca acaba.




Nancy Santiago Toro
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