Tuesday, January 22, 2019

Duerme, descansa


Poesía gótica




Duerme, descansa




Nunca entraría al foso de tu sueño.

En ese escenario sobre el aire

que se abre como un bosque maligno,

lleno de ramas que se congregan como hienas

siniestras antes de convertirse en manos

que abandonan la vida.



No llegaría, no. A la pesadilla

que construye los arañazos del horror.



En ese lugar donde se mueve

tu penumbra diabólica

y la peregrinación de tu espectro

(tan fascinante cuando profana

el interior de la noche

en forma de cuervo con plumaje de cenizas),

en esa bóveda de los párpados cerrados,

jamás podrías oír la visión de mis pisadas.



¡Bendito sea el cielo que te dejó caer

en el hoyo negro del adiós perpetuo!



Duerme repugnante cuerpo del mal

dentro de tus penas sepulcrales,

descansa en las horas póstumas de un amén.

Fluye, dulcemente, en el consuelo de la oscuridad,

mezclate con las sombras de los ausentes,

alarga tu melancólico reposo

al otro lado del vacío,

donde la palidez de tu invierno

se hunde como un llanto podrido

dentro de la tierra

y no te sacudas el frío de los restos olvidados,

no podrías salpicar la naturaleza

que no te pertenece.




Nancy Santiago Toro
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