Saturday, October 13, 2018

Contigo de la mano (Soneto)






Contigo de la mano
(Soneto)




Miraré el otoño enamorada,

prendida de tu abrazo, a paso lento,

como si fuera el único ornamento

del amor al final de la jornada.


Contigo de la mano, apasionada,

será ofrenda su atuendo amarillento

y de ambos el crucial acoplamiento

de la hoja con el aire en su balada


al juntar cuerpo y alma en tal belleza.

Yo quiero ese vestido de la vida

con la agenda del último paisaje


en cada dedo obrando su destreza,

aunque luego se eleve su partida

con dos anatomías sin ropaje.





Nancy Santiago Toro
Derechos Reservados©







Hay un lugar...






Hay un lugar...




Hay un lugar que no sabe del etéreo

contraste de las nubes ni del astro luminoso

que se deshace como un día desde el alba,

pero cuando lo veo relajado sobre la tierra,

tan calmado como una luz en la mañana

pareciera saber que en sus ventanas

se encarama un inicio con mapas, con alas

regalando el viaje de la aurora, equipado

de todo lo que existe en la palabra bienvenida.


Al apreciarlo desde otro instante consecutivo,

evoca la presencia de lo afable en su contorno,

propone el contexto de un futuro en sus esquinas,

invita a la realidad inagotable de un te amo

hidratado de encuentros cumplidos.

Uno tras otro legando un rosario de sueños

al parpadeo que insiste estrenos y escenas,

que producen el color de lo vivido en detalles,

que fabrican con dos manos y dos cuerpos

obras en la piel como ciudades enteras.


Hay detrás de sus puertas sonidos llamando

con la voz del cariño que nombra y se mezcla

a la complicidad, al instinto, a la necesidad cotidiana

 del abrazo que en su larga costumbre

sucede como un rayo de sol chocando en la carne

para proseguir a su boca y terminar en mi lengua.


Entre paredes, los sentidos, parecen alondras

respirando las luces de sus cortinas abiertas,

escuchando la expresión del antojo, gustando

de los frutos del paso que al aire son huellas

y sintiendo el calor como un pronóstico en marcha.


Hay un lugar apartado de las distancias del mundo,

decorado de íntimos contactos, cuando lo miro.




Nancy Santiago Toro
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Beso a beso (Soneto)






Beso a beso
(Soneto)




Tómame, rueda sobre mí y enciende

la danza que se aferra a tu figura,

que al borde de tu ritmo voy segura

al fondo del deseo que me asciende.


En tanto, beso a beso, se desprende

la pasión que da brío a tu cintura,

pues mi cuerpo en tu cuerpo es la atadura

interna en el amor que nos extiende


al acto relajado que alborota

los sentidos en ritmos ya mezclados

cual ola con su playa en ceremonia


flotante en el vaivén que vuelve y frota.

El roce que adquirimos, ya estrechados,

bajo el compás de un viento en parsimonia.




Nancy Santiago Toro
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En la morada de su amor






En la morada de su amor




Es amanecer en la sustancia de una historia;

lira de una piel expresándose en la mía,

acepción que tiene lenguas que gravitan en el alma

y la cadencia de un presente que conjuga

 el contexto que se mueve con la vida.



En su comprensión global, obra

compartida sujetando hechos y atenciones

a una coherencia rotunda que ilumina

el énfasis que da al amor destino y causa,

porque en todo lo que brota es protagonista

e instante por instante, galán de las ideas

y en común entendimiento,

capitulación que se completa en compañía.



Es presenciar su contenido

 como un pensamiento escrito entre mis manos,

ascendente, con su lenguaje en mi sonrisa,

citando elocuente la atadura de unos labios

con la duplicada percepción que intuye e improvisa

la variación vivencial y sin borrador de los detalles

que pasan de una escena a otra con los besos

inquilinos de las bocas al enarbolar

el mensaje dulcificado de la dicha.



Es vivir en el avance amado de una historia

que impulsa un corazón de latidos más audaces,

que adopta la expresión que lleva adentro el día.

Idéntico en su alboreado ritmo y entusiasmo

como traductor de nuevas luces

al imprimir la fuerza natural de una caricia

contundente y en complicidad hasta la culminante

acercanza de los brazos, que en cada amanecer

nos desarrolla en múltiples maneras. Sin la prisa.




Nancy Santiago Toro
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Mi corazón elige lo que ama (Soneto)






Mi corazón elige lo que ama
(Soneto)




Tus palabras de ayer, proteicas, frías

que orientaron la ruta del invierno

y el afer con el haz del sueño alterno

hacia el barro que ignora travesías,


ya no tienen la enjundia de mis días

ni el ascenso cruzándose en lo externo

con lo que llamo mío, si en lo interno,

yo elijo lo que reina en mis grafías.


Así como demando en mis sentidos

esta unión de pulsión visual, sonora

y gustativa del amor que timbra


la voz de un corazón en mis latidos

con el tic tac en marcha que incorpora

la firmeza de un pacto que no mimbra.




Nancy Santiago Toro
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Amor en consonancia (Soneto)






Amor en consonancia
(Soneto)




Mi voz tiene tu nombre cuando llamas.

Es sutil cuando asciende a tu paisaje

e invisible, aunque sangre su mensaje

las melifluas imágenes que adamas.


Te dice amor de cerca y sin programas,

te da esa parte mía en el lenguaje

que me profiere tuya en el usaje,

que reverbera el eco cuando aflamas


su dócil tono idéntico en tu boca.

Y es enlace, es la vida en resonancia

meciéndose en un diálogo contigo


que se torna en ardicia que provoca

la seducción de un roce en consonancia,

cuando tu voz me nombra y te subsigo.




Nancy Santiago Toro
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Tu semilla es mi palabra






Tu semilla es mi palabra




Cuando improviso tu desconocida ausencia,

el espacio se frunce como un papel

castigado en cualquier esquina,

la pared que se asoma a la vida

parece una patria recién nacida,

donde el próximo instante crece

como una intersección a muchas millas de ti

y la espera que siempre tiene la medida

exacta de mis manos

es la extraña fuerza que te roza,

sin cesar, a donde quiera que vayas,

mientras, los ojos que me enseñaron a verte

parpadean las miles de cosas

que discurren contigo.

Con mi pensamiento en tránsito

y por el bulevar que va directo

de mi corazón al tuyo,

surgen las venas con un viaje más cercano,

el que nos hace uno al dar la media vuelta,

porque tiene tu dirección con mis pasos.



Y así, es nuevamente tu entrada

con el microcosmo que me habita,

es tu invasión de raíces con su deslizante

ceremonia hasta mi cuerpo con solo abrir

la puerta que trae puesta este empalme.

Otra vez son las dos alegrías del tacto,

es el arte de las voces al compás de la atención,

de nuevo eres tú en la coexistencia por hacer.

Simbólico boleto hacia el diario indivisible

que establece el significado elemental de ambos

con todo su cultivo y del cual reclamo la semilla,

pues desde el ahondado surco nos entrega

desde adentro y hacia adelante,

el dulce fruto de vivirnos.




Nancy Santiago Toro
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Por las formas del camino






Por las formas del camino




Vayamos a la danza del deseo

con vocación de amante en ambrosía.

En silencio, con el lenguaje del beso

entre las manos,

por donde las íntimas ideas se deslizan.

Que se una tu sangre y lo que sangro,

a borbotones, con sus propias melodías

y que su llama de entremezcla contundente

circunvale la firmada entrega de la estima.


Pasemos luego, al ambigú

del rincón más solitario.

El que invita al alma y la sonrisa,

al más callado bajo la voz del mundo inquieto,

el que parece un nido de palomas sin cortinas,

el que se rodea con el privilegio de las rosas

y advierte la llegada del zorzal en las vitrinas.

Desde allí, celebremos la tertulia de las mentes

hacia el regreso del hogar que se engalana

con el decoro de la estrella en la colina.

Atrás, quedará lo que no vemos: la montaña

como adorno del gigante azul entre la brisa,

el placer del mar ofreciendo las distancias

y el matiz del cielo abordando lejanías.


Pero más allá de todo

lidera en mí la rauta

que se balancea contigo

de este modo, en exclusiva,

dentro de la inmensidad

que sostiene los planetas,

capaz de forjar tu mundo como el día,

mientras queda mi natura, juntamente,

arqueada por entero a tus orillas.



Nancy Santiago Toro
Derechos Reservados©