Del mar es la endeblez de la ola clara
que alzada y rota, en son y baile, herida,
estalla en luces como si guardara,
suya, la tempestad oscurecida.
Es del fondo que espía vientos altos,
¿ansiará ser del beso en la saliva,
del éxtasis del fuego y sus resaltos,
de la sed diaria en tierra que cultiva?
Yo en la vida construyo los rincones,
allí son mis paisajes y colinas,
qué más da si en tu mar hay colecciones
de viento huracanado haciendo ruinas.
Si juega con tu ensueño, con tus pasos
de marcas grises en su blanca arena
y en círculos de amor a lengüetazos
se adhiere hondo en las sales de tu pena.
Si azota tus memorias en cabriolas
de ciclones y aliado el horizonte
como amante infinito en tus marolas,
se hace secreto en tu perfil bifronte.
Que hay causas como hay cosas, hay faroles
en la negrura de la gente, efectos
bebiéndose los ojos, parasoles
en el llanto, desvíos en trayectos.
Quimeras en periplos que no acaban,
mitos sin luna armando el futurismo
y el agua agolpa sueños que viajaban,
su nave se llamaba El Espejismo.
Nancy Santiago Toro
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