Tuesday, October 9, 2018

Ritual de voces (Soneto)





Ritual de voces
(Soneto)




Nunca podrá callar el gran silencio

ubérrimo en la mente, dando vida

al nervio de la idea que convida

el cómplice coloquio que presencio.


Expresa sin la voz y así secuencio

el ritual de la charla acontecida;

prudencia de razón correspondida,

arrullo de la lengua que evidencio.


Si habla paz, la postura de las flores,

con su aguacero y luz, y el alboroto

del color da a la tierra sus clamores.


Si el alma en su callado más remoto

afina el ruido en ojos amadores.

A su mudez oíble soy devoto.




Nancy Santiago Toro
Derechos Reservados©





Simplemente amor





Simplemente amor




Quisiera unos versos en desorden

con las imágenes del silencio explícito,

incorporarlos, aquende, al desnudo tuyo

como pequeñas plumas flotantes

internando en el cuerpo de imprevisto.

Y que seas tú quien los ordenes,

los amarres a tu mente, al corazón

y carne, en curso, los vistas

con la vida de tus ojos y sonidos.

Que a través de ellos recibas

lo tanto que dan las emociones

 en festival de vueltas

enfieladas a las ideas

y como si se unieran al crepúsculo

 que a diario cae,

deslizaran suavemente

este día y sus tantas veces

por tu piel en movimiento artístico,

 con la intensidad del mundo

 en la fricción de cada letra,

y así luego, sientas el estrépito complaciente

que nunca antes, ha dado algún suspiro.


Quisiera para ti... unos cuantos versos

 con lo más delicado del idioma

en un mensaje innovador hasta ahora no leído,

envolver su ideario en mis temblores

para estremecerte conceptual,

por ti y en ti,

mientras paseas por mi obra

cual si fuera nuestra gran ciudad o plaza

al ir por cada línea en horizontal camino.

Quisiera versos de aire, de mar y luna,

auténticos, de perfiles nunca vistos,

desde mi ser arrimando a tu mirada

en versión original de lo ya escrito.

Que sea tu parpadeo, sin fin, sobre mi alma,

mientras vives la ponencia de sentidos,

rozas el latido que se meció en mis manos

guiadas por el lucimiento de tu espíritu

 y leas la presencia de mi amor

de este a oeste, mas lo entiendas

simplemente, como jamás haya existido.




Nancy Santiago Toro
Derechos Reservados©





Escribo el amor y el verso (Soneto)





Escribo el amor y el verso
(Soneto)




Escribo el gran amor en su tibieza

rojiza del sentir interno en fuego,

rodando mañanero y nocherniego

en sangre que va y vuelve a la cabeza.


Lucencia del calor audaz que empieza

el todo que se ofrece cuando entrego

el pulso pasional; vigor que aplego

al verso que asemeja tal simpleza.


Fortuito, intenso, origen combustible

de letras que espolea los latidos

con formas del hervor insostenible.


Fortísima explosión de los sentidos 

brotando el sentimiento incontenible

al refulgir el mundo, acontecidos.




Nancy Santiago Toro
Derechos Reservados©






En reproducción encadenada





En reproducción encadenada




  La escena rueda por mi mente,

cautivando de este modo sugestivo,

cual balada del suceso me sucede,

oscilando en el espacio conocido.

Sin rendición, la ligadura del lenguaje

que cose el antes y el después

y en cuyo borde es tu eslabón al mío.

Entrega a largo plazo que se ofrece,

participando andariega en los sentidos

con el ámbito perceptible que perdura,

cuando miro el mobiliario, sin desvíos,

sujetado a la mezcla de las cosas

que no culminan la instantánea

en resolución de realidad y en extensivo

 al dar otra media vuelta en las pupilas.

Recíproca, la proyección del detallismo

con el intermitente saludo del romance,

dueño de los nombres

en simetría conmigo.

Confidencia del sonido sobre el aire,

ampliando el romance ilustrativo

de nosotros en exclusiva y de esta forma

al recrear de nuevo este escenario

tan amado, que ha sido de los dos, el mismo.




Nancy Santiago Toro
Derechos Reservados©





Fue un hola al corazón





Fue un hola al corazón




Pudo ser un hola pequeño al azar,

la ruta aireada del diálogo estrecho.

Relevante y compartido cuando acercó

las distancias, de una sola vez,

y cruzó en intercambio los senderos,

acomodando un retoño en la mirada

y el virgen mapa al pensamiento.


Un asequible Hola, el vínculo ampliador,

que absorbió las minúsculas sonrisas

y la cercanía interior en seguimiento,

en plena acción, doble y repentino,

mas aún sin inventarios o costumbres

al decirse como pedazo desprendido

del lenguaje hacia el vacío, tan idéntico.

Invitado contacto de actitud radiante

que debutó con presencia en nuestros labios,

sin las garantías del sonido

que vuelve a ser como el primero,

pero alborozado entre los dos

al ser indicio espontáneo del exceso.

El provocador de la tertulia menos breve,

el accesorio alado, 

 el mecanismo del momento

al no esquivar la secuencia de la voz

alegre y explosiva; la respuesta,

también llamada ofrenda del silencio.


Aquel... casi carnal en el paisaje

y cómplice a la altura de dos bocas,

sintonizando la misma bienvenida

y la gentil tonada de su afecto.

Símbolo, no por diminuto menos grande,

si nos hizo posibles, elegidos y viajeros,

 solo con un hola, tu grano y mi semilla

y este plantío de huellas… el trayecto.





Nancy Santiago Toro
Derechos Reservados©






Serenata de versos





Serenata de versos




Expondré con simpleza lo profundo,

vaciaré este ruido llenándose contigo

y besaré la superficie de tu hondura

con la brevedad que propicia lo continuo.

Trataré de resumir un sentimiento amplio,

liberar la conmoción de nuestro nudo íntimo

para soñar sin prisa la sonrisa de tu cara,

mientras tu jadeo avanza en lo que digo.

E iniciaré la ideología de un nosotros

libre, con un remolino de emociones

que muestre una dádiva de sentidos,

solo para que adentro de tu mente finalice

y la apreses en el fondo de lo que llamas mío.


Crearé por ti la acción del movimiento

con una jornada de palabras en camino

y ampliaré el efecto amativo de ese verbo

que no suda en imprimida consecuencia,

pero imparte la fuerza de un te quiero.

Un te quiero absoluto, firme y repetido.




Nancy Santiago Toro
Derechos Reservados©





Solo sé






Solo sé




No sé del exacto itinerario de tus ojos

ni de las hojas secas entre sombras

que en tu perfil de noche caen sin recinto.

Ni de la mirada a través de las ventanas

que aferras a la llanura del presente

con actitud de pupila enamorada,

estrenando cercanía en tonos amarillos.

Quizá ignore los detalles de tu mundo,

puede que no sepa de tu espera en un domingo

o si el impulso de tu recuerdo me rescata,

o si llueve transparente junto al mío.

Tal vez sea ajena a la prisa de tu ahora

e ignore si logramos ese ritmo

por el jardín que lleva a la montaña

o a su escala consecuente de vacío.

Desconozco si la soledad te haya,

si orienta tu paso y los sentidos,

si en paisajes interiores te sustenta

por la vereda que prosigue a mi camino.

Si caminas con la mirada hambrienta

o si tu pecho salta como un niño,

cuando te acercas inevitable y necesario

al escenario de nuestro recorrido.

Solo sé que tu albergue es en mi alma,

desde aquel instante andado

que nos hizo huella en el destino.





Nancy Santiago Toro
Derechos Reservados©






Permaneces




Permaneces



Siento la eternidad cuando me hablas,

sin importar la brevedad

de su preludio abstracto,

gira en mí como algarabía de hojas,

 aunque prosiga su ruta de inmediato.

Me estremece tu suspiro desde siempre,

aun si ensaya infinitos y no pueda...

Incluso, así tenga que nacer

con devoción frecuente

cuando se hace oír,

cuando me expresa.


Por que me tocan tus palabras cada día,

en bonanza me seducen, me aceleran,

me devoran, me traspasan, asiduamente,

como un jaleo de palomas hasta el alma

volviendo al nido, sin ser eternas,

que hay esos lenguajes de esencia muda

que se oyen más vivaces

en la inmovilidad de letras.

Trazan sentidos sin gesto o singladura

y son la fuerza invisible que se esparce

con el frenesí que tanto dice,

tanto dice con el breve pensamiento

que sabe imprimirse en permanencia.





Nancy Santiago Toro
Derechos Reservados©