Quisiera unos versos en desorden
con las imágenes del silencio explícito,
incorporarlos, aquende, al desnudo tuyo
como pequeñas plumas flotantes
internando en el cuerpo de imprevisto.
Y que seas tú quien los ordenes,
los amarres a tu mente, al corazón
y carne, en curso, los vistas
con la vida de tus ojos y sonidos.
Que a través de ellos recibas
lo tanto que dan las emociones
en festival de vueltas
enfieladas a las ideas
y como si se unieran al crepúsculo
que a diario cae,
deslizaran suavemente
este día y sus tantas veces
por tu piel en movimiento artístico,
con la intensidad del mundo
en la fricción de cada letra,
y así luego, sientas el estrépito complaciente
que nunca antes, ha dado algún suspiro.
Quisiera para ti... unos cuantos versos
con lo más delicado del idioma
en un mensaje innovador hasta ahora no leído,
envolver su ideario en mis temblores
para estremecerte conceptual,
por ti y en ti,
mientras paseas por mi obra
cual si fuera nuestra gran ciudad o plaza
al ir por cada línea en horizontal camino.
Quisiera versos de aire, de mar y luna,
auténticos, de perfiles nunca vistos,
desde mi ser arrimando a tu mirada
en versión original de lo ya escrito.
Que sea tu parpadeo, sin fin, sobre mi alma,
mientras vives la ponencia de sentidos,
rozas el latido que se meció en mis manos
guiadas por el lucimiento de tu espíritu
y leas la presencia de mi amor
de este a oeste, mas lo entiendas
simplemente, como jamás haya existido.