El cuerpo que me habita
De lleno, somos hábito y sentido
en una conexión de mar y espuma
con el beso que das y en mí trazuma
la humedad del contacto repetido.
Desde ti es el amor que nunca impido,
hacia ti es la pasión que no se esfuma,
de los dos es el hoy que así perfuma
esta vida y tesón que hemos unido.
De ambos es la figura en el espejo,
desnuda y honda en el momento exacto
en que el calor asciende con la aurora
y nos ubica en la moción del tacto…
Como raíz en medio del cortejo
incitando la sed que más adora.