Friday, September 28, 2018

Mortífera añoranza





Mortífera añoranza




Derrama la cruenta grieta de mi vida
los reveses plañideros del pasado;
estantigua que profana la misa de mis ojos
al repetir la tortura de su paseo nostálgico.
A mi encuentro son visiones de otro entonces,

prístinas sombras que arrastran mi condena,
aprietan mi cuerpo como si tuvieran manos
y entregan en mis horas sus tinieblas.
Muestran la disección del amor para herir el alma,
extienden la decrepitud del tiempo con destreza,
ante mis ojos desfilan sus memorias enlutadas
con el críptico rastro de indelebles fechas.
No logran hallar la ruta abierta del infinito viaje,
insisten en hacer cenotafios en mi cabeza

y transponer su ayer en mi presente hacia adelante
para mancillar mi existencia con las gotas de la pena.
Sin más, mi vida agostará como flor al borde del invierno,
mi ser secará como fuente de rocío en finada primavera
o el fatal desierto se hará el cenote de mis lágrimas
y moriré con mi añoranza bajo la adustez de su silencio.



Nancy Santiago Toro
Derechos Reservados©





Aquí y allá es Navidad





Aquí y allá es Navidad




Aquí y allá las luces de colores ornamentan,

tienen presencia mágica en las visiones

y los sueños en los sentidos cobran fuerzas

sin importar cual sea el país ni sus costumbres.


Las velas van encendiendo entre la bruma,

su humareda danza entre una juerga

y la llegada de esta noche es todo un canto,

aun con el silencio que guardan las estrellas,

cuando las multitudes interpretan

bajo la luna su mejor canción en Nochebuena.


“Una noche de paz” para todos los hermanos,

“una noche de amor” que cubre la existencia

y una noche de esperanza para cada alma

que frente al árbol navideño espera…


Aquí y allá el nacimiento en el pesebre vuelve

y la algarabía del momento es en cadena,

se llenan de improviso las vacías soledades

con el amigo, la familia, aun el más lejano,

que de alguna forma con su pensamiento llega.


Aquí y allá pasa algún paisaje por la mente,

sembrado de recuerdos por estas fechas

y yo me acerco con estos festivos versos,

para desearle a todos unas ¡felices fiestas!




Nancy Santiago Toro
Derechos Reservados©






Hoy me dueles





Hoy me dueles




Hoy me dueles hasta la sangre

y es un dolor que penetra tan distinto,

mutila los sonidos, golpea la memoria

y en mi pecho abre la grieta de un abismo.

Es verdad, no lo había sentido antes; otros dolores 

fueron por otros corazones, otras manos

y palabras disparando al aire sus cuchillos, 

mas, ya sin labios

son del silencio o son del olvido.

Esta aflicción de acero se queda y más se aferra,

porque de ti me llega, de tu nombre, ¡niño!,

se hace agua de mar, tormenta de mis ojos,

un maremoto que duplica fuerzas

al prorrumpir mis adentros con agravio repentino.


En el alma con tal fortaleza le descubro

y acrecienta a la par contigo,

aunque en esta realidad, apenas, había notado

que tu mundo, ya ni es tan pequeño ni es tan sencillo,

pues va mostrando tus caminos de aventuras, 

mientras tu cuerpo ofrece los tempranos rasgos

que van marcando la identidad del hijo,

con los que un día volarás a tu manera,

por los paisajes más altos de los hombres,

aunque para mí esa altura siga siendo del cariño.

Será en ti esa que nos aleja del comienzo

porque creemos tener poderosas alas y el vuelo

nunca es de la tierra, es del altor y del destino.


Y te irás por esa ruta con tu plan en los deseos,

con la mirada en medio de los sueños, desafíos.

Seguirás más tuyo al conquistar las experiencias,

por atar la vida al humano oficio.

Yo esconderé siempre el dolor

en las nubes de mis ojos,

dejaré a flote el amor, el beso, la plegaria

y aun si estuvieras muy lejano,

te encontraré hacia adelante y hacia atrás.




Nancy Santiago Toro
Derechos Reservados©





Nostalgia de diciembre (Microprosa)





Nostalgia de diciembre
(Microprosa)




Su mirada parecía vaciarse a través

de la ventana y a la vez colmarse con

el frío de ese primero de diciembre que

llegaba para quedarse treinta días más

como era su costumbre. Ella lo recibía,

mientras arrullaba pensamientos con el

último sorbo de café, cuando de repente

al levantar la vista se encontró con las

sonrisas de sus familiares en su entorno.

Realmente, estas eran más radiantes

que nunca, entonces se percató que

había muchas fotos en las paredes

colgando nostalgias.




Nancy Santiago Toro
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El valor de los sueños (Microprosa)





El valor de los sueños
(Microprosa)




Se había sentado con la misma incertidumbre y a la misma hora que despertaba el día. Quería llenar sus manos de la limosna cotidiana con la que solía pagar el tiempo a solas y era obvio
su afán de alargar las horas para lograr la
ansiada meta antes de que cayera la tarde. Mas con la intensa luz del mediodía aumentaban las ardientes ganas del hambre y las miradas secas y perdidas. Cabizbajo, por la agonía del vacío que le hacía frente y sostenía sus entrañas, fue cuando cuando comenzaron a dar el saludo las sombras,
fue cuando se percató que la muerte de la tarde cargaba un sueño, mientras dejaba en su mirada el valor del mismo para otra realidad más grande.



Nancy Santiago Toro
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Con la muerte de la tarde (Soneto)





Con la muerte de la tarde




El inasible ocaso, ya no arde,

vacío de relojes, y enseguida,

con mi alma inicia su pertinaz huída

como calígine de fría tarde

 

cargando con la estela de una ausencia.

Sin pausa, por el lóbrego camino

se pierde tras el aire del destino

y al pretender volver a mi existencia


Mi cuerpo no responde a su llamado,

un espacio dantesco es a mi lado,

la bendición del alba no amanece.


Y la noche es un dejo de terror,

la negra soledad me ata a su horror,

¿o será que la muerte me acontece?




Nancy Santiago Toro
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Tus manos de fuego





Tus manos de fuego




Se abren tus manos, sedosas viajeras,

con el contacto propicio que enamora,

creativas al palpar con el arte del deseo

las fijas huellas del gozo en la memoria

y sincrónicas, con la fuerza y calma a la medida

al continuar su aventura por mis formas.

Ellas menudean un dejo de arena y playa

al deslizar su indómito temblor por mi silencio,

avanzan, retroceden, serpean con euforia,

se mecen en la inquietud de mi trayecto.


Tus manos, con la dinámica de pájaros y flores

en la búsqueda del néctar de mis pétalos,

contienen la firmeza íntima del cielo y nube,

manifiestan su tacto de gloria por mi cuerpo.

Férvidas, derraman el calor de la mañana

cuando los rayos del sol se adhieren a tus dedos

y vigorosos progresan con la juventud del día,

y con la experiencia del ocaso juegan con mi pelo.

Luego, serenas caen como el crepúsculo en la tarde

al besarse con las mías, son tus manos de fuego.




Nancy Santiago Toro
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