Saturday, May 26, 2018

En tus ojitos verdes



En tus ojitos verdes


Tu miradura verde se ha robado el mar,

 se adueñó de su profundidad y sus placeres

y como ola temblorosa, sin parar,

en mis orillas la haces diluyente.

En esa entrega jovial de sensaciones

y bajo un rubio sol que a nadie pertenece

voy flotando en tu mirar acariciante

como si tu playa me llevara de repente.

En ese misterio que encierra inevitable,

soy una barca hacia el rumbo de la suerte.

Donde me llevas, me traes y me zambulles

con la fuerza vasta de no verme.

Solo el viento celoso, tu fiel acompañante,

me hace naufragar en la vista que se pierde

y es por eso que no he podido anclar

en algún lugar de tus ojitos verdes.




Nancy Santiago Toro
Derechos Reservados©






Amanecer solitario





Amanecer solitario



Las luces anticipadas en su viaje tibio

besan la fría llovizna de mis ojos abiertos

y se hacen mezcla muda del íntimo delirio

que surca las entrañas de mis sueños inciertos.


La suave caricia del seductor aroma

se enrosca al hueco de mi suspiro perdido

y a la deriva, tras el rastro que tu paso toma

vaga sobre lo que despierta y lo que está dormido.


Lleva consigo toda la fuerza del sentido

que desgarra al corazón con dolor profundo

 al saber que la tenebrosa cara de tu olvido

se asomará tras las ventanas del mundo.


Mas si a tu aire llegara mi suspiro plañido,

respira mi ausencia en tu recuerdo añorado

y detén tu paso en el mundo con un giro

justo en el camino que te lleve a mi lado.


Entra con el sueño que reposa en la mañana

 como un ángel audaz, prófugo y visionario

 y así no volverán a tocar los días en mi ventana

con la tristeza de este amanecer solitario.




Nancy Santiago Toro
Derechos Reservados©





Cretino





Cretino


Vivirás en los valles del lamento
y verás tu adiós de divagar constante
aferrarse más a tus sentimientos
que a la separación de aquel instante.


Vivirás, si vivirás pero en lo nuestro
y en las horas caídas del día y la noche
sin mi mirada y sin mi palabra a tu encuentro
llorarás con tu alma entre mil reproches.


Mis pasos seguirán los latidos del destino;
esos que nos palpitan más tarde o más temprano,
pues sólo fuiste esa vereda que lleva al camino,
donde otro nuevo amor me dará la mano.


Y ruega a Dios que algún día no te alcance
mi indiferencia y mi rechazo en una alianza,
cuando en las sombras de la soledad te abrase
mi silueta muda en la añoranza.


Porque yo viviré, sí, para olvidarte
y para arrancarte el nombre peregrino,
y si un pensamiento mío osará recordarte
será para gritar tu nuevo nombre, Cretino.



Nancy Santiago Toro
Derechos Reservados©