Monday, June 11, 2018

Te amo






Te amo




Te amo con cada ilusión emprendedora
que cultiva las ansias de mi cuerpo
y con cada lágrima y sonrisa
que se anida dormida en mis adentros.
Te amo con la íntima danza de caricias
que te espera en las yemas de mis dedos
y con el jardín en capullos de fantasías
que al pie de tu deseo, cada día despierto.
Te amo con la osada idea que perdura
o con la palabra débil en ataúd de viento
y con cada grieta de experiencia
que ha hecho brotar un camino nuevo.
Te amo con cada triunfo y derrota
que llevo colgada en el piolín del tiempo.
y con el tropel de memorias
en resonante melodías de silencios,
y con las secas cicatrices del olvido
en unidas ramas sin color, sin movimiento.
Te amo en la realidad que se edifica
desde las puras cepas de mis sueños
y con la simbólica esperanza, erguida
como bandera de colores sobre el miedo.
Te amo tanto, que los copos de cenizas
arrinconados en mi camino interno,
hoy son la tierra fértil donde germinan
como raíces, las llamas del incendio.
Y allí arden por ti, la pasión, el beso,
la mirada húmeda, el corazón entero,
el alma con cada página de vida,
todo lo que he sido, todo lo que soy
y todavía espero...




Nancy Santiago Toro
Derechos Reservados©






Niño Amor






Niño Amor




Llevas el amor escondido
como un niño creciendo en tu alma,
jugando al ciego o ha no ser visto
ante alguna presencia humana.
Me has negado tantas veces
con auténtica rebeldía enamorada,
si bien sabes que en tu mente
contigo despierto en las mañanas.
Te impides, frágilmente, acercarte
y atascas con miedos mi entrada,
cuando tu paso el camino sabe
donde deja huella mi pisada.
En tu conciencia me prohíbes
como implacable regla decretada
y luego corrompes lo que persigues
para crucificarme viva en tu mirada.
Me evitas para que no te encuentre
atado a la soledad de tus andurriales,
donde las multitudes se hacen ausentes;
indiferente desierto, sin mi paisaje.
Allí, ajeno a mi presencia te encuentro
con el olor al temor cuando te invade,
con la reflexión impaciente de perderme
como esa visión ficticia en tus arenales.
Y al mirar de golpe tus ojos tristes
en la luz desmayada de la tarde,
asoma el niño que tanto escondiste.
¡OH, niño amor, ya se hizo grande!



Nancy Santiago Toro
Derechos Reservados©







Para mi corazón






Para mi corazón





El amor acechaba en cada esquina,
su sonrisa era rosa abierta perfumando.
Cada pétalo era una llama encendida
atrapando con su fuego a cada humano.
Yo desde mi guarida percibía
su falible y grácil coqueteo inesperado
y la razón en bélica hazaña impedía
las intenciones de su empeño enamorado.
Evité inconexas entradas y salidas,
desvié espacios abiertos y cerrados,
me detuve en el rumbo a la deriva
que llevaba a momentos inexplorados.
Fui peregrina en los caminos de la vida,
eludí sus trampas, su inminente acecho,
esquivé derechas con izquierdas,
bloqueé su paso para no encontrarlo
para que no te hiciera un hueco o una herida,
para que no te traspasara un te amo.
Tú, corazón, jugabas con la inocencia cada día,
aunque la juventud maduraba en tus rasgos,
tus latidos en el utópico suelo de la fantasía
ignoraban la picardía al otro lado.


El amor flotaba como brisa clandestina
en la mirada, en la palabra, en el tacto,
yo como la corriente del río huía
hacia el rumbo furtivo e inexacto.
Inagotable energía nos invadía,
éramos  rayo y trueno sincronizados,
hasta que vimos de frente su osadía,
y una flecha en nosotros perforando.
Cupido, le llaman a ese ángel de leyenda
a ese mito o realidad de sentimiento extraño;
sutil y pequeño cuando llega…,
mas cuán grande puede ser su estrago.


Nos atacó con un beso en la mejilla
con la dulzura inquieta de sus manos,
con el magnetismo que alcanza la pupila,
con la magia del suspiro en los labios.
Y sedujo con mimos a la conciencia,
fuimos marionetas sometidas a su antojo,
así fue que conocimos al amor y su grandeza
y hoy solo somos sepulturas del destrozo.



Nancy Santiago Toro
Derechos Reservados©