Saturday, September 22, 2018

Borinquen mía






Borinquen mía




Tierra fecunda que procreaste llanos

donde jugaron mis tiernos pasos,

en ti corrieron jóvenes mis júbilos

y en ti enterrados dejé fracasos.


Te florecieron puros todos mis sueños,

los vi crecer en tu cielo raso

y, entre tus lomos sangermeños,

te dijeron adiós al volar mis brazos.


En tu azul celeste imploré mi suerte

y te miré de nuevo para no perderte.

Te seguí mirando, aun sin poder verte

mi tierra bendita de montañas verdes.


Besó triste mi alma tu lejanía,

mi rumbo de tus sendas se despedía

y arrojé en tu mar indómito mis fantasías,

mas se bebió mi corazón tu gallardía.


Hoy mi orgullo te llama isla adorada

y tu interior me grita que eres bravía,

como tu historia en sangre llevas marcada,

así te llevo en mis venas, ¡Borinquen mía!


Si mi corazón, tu amante, así te extraña,

quiera Dios escuchar mi íntimo anhelo,

que al final mi cuerpo se funda con tu suelo

para quedar dormida en tus entrañas.


¡Oh! Puerto Rico, joya preciada;

encanto del mar que bajo el sol brillas,

te llevo en mi pecho siempre colgada

y mojan mis lágrimas tus orillas.




Nancy Santiago Toro
Derechos Reservados©






La simple vida





La simple vida



La vida es un hola constante con tictac amanecido,

estrechando ambientes de silencios o de voces

para el calendario de huellas que da el camino,

cuando el tiempo errante abraza sus relojes.


Es el mestizaje de penas y alegrías en el respiro

que nos moldea, nos llena, que nos hace.

Es una cadena de victorias y derrotas en capítulos,

sonando el coloquio de su historia por la sangre.


Es el pulso del latido risueño y alocado,

él que una vez tuvo Dulcinea y El quijote

para sentir la grandeza cristalina en lo sencillo,

cuando el amor olvida por completo las razones.


Es la caricia efímera y decadente de los años

que al desnudo van desvistiendo a los colores

con la mano abierta y extendida hacia otra mano,

sin tener más motivos, tan solo los de entonces.


La vida es un yo en un nosotros de repente,

ampliando el origen en renovadas direcciones

o la trayectoria entre andenes que a media tarde hiere

cuando el destino que precede es una visión enorme.


Es la magia que enlaza al futuro en un presente

y nos hace herederos de otros corazones

para sustentar el alma entre las pieles

con la felicidad, aunque también se llore.




Nancy Santiago Toro
Derechos Reservados©






Búscame






Búscame




Búscame en la cavidad interna del espejo

donde confluyen las imágenes encendidas

y en el laberinto indescifrable que atrapa al sueño

o en los pasillos de las ilusiones que abre la vida.


Búscame en la fogata que ilumina al sentimiento

y en el borde hipnótico de la contemplación perdida

donde el deseo sumerge en el pensamiento

la visión de carne que el corazón ansía.


Búscame en la sonrisa que columpia el viento,

en las notas eslabonadas de la mensajera melodía

o en la fragancia coqueta que atraviesa el tiempo

para unir los alientos jadeantes de melancolía.


Búscame desde la aurora hasta el lúgubre ocaso,

desde el descenso más remoto hasta la ansiada orilla,

por el profundo oscuro hasta el inmaculado blanco,

mientras yo te alcanzo presta, vida mía.




Nancy Santiago Toro
Derechos Reservados©






El fruto del amor





El fruto del amor




Puede que el corazón sea el reloj del cuerpo

y los latidos sean los segundos que confrontan

a la espera, esa pesadilla de paso lento

que arrastra por la impaciencia sin demora.

 

O que el mundo nos desnude en su espacio negro

y allí nos vista con la distancia más remota,

aunque la luz sea el chispazo tenue de un trayecto,

salpicando nuestras huellas entre sombras.

 

Mas si mis ilusiones son semillas en tu huerto,

riegalas con tu crepuscular presencia, gota a gota

y que el tibio brillo de mis lágrimas de argento,

caiga como rocío para hacer a las semillas, rosas.

 

Pues el fruto del amor no crece en desespero,

sobre él pasea el destello y también la bruma,

la triste lluvia, incluso, le besa con derecho,

mas al final es el tiempo quien lo aflora.




Nancy Santiago Toro
Derechos Reservados©






Imposible






Imposible




Pasarán los segundos sobre la tierra.

No sé con cuántas sumas de estaciones

y suceda que el trueno enmudezca

o en las piedras revienten voces,

que la lluvia sea un arco iris de fiesta,

 así pues, el arco iris llueva colores.


Puede que las montañas den pasos tiernos

y el cielo abra caminos para que crucen

o que la noche deje caer estrellas

y los niños las recojan como dulces.

Que los peces salgan a jugar en la arena

y brinquen porque bailan con los caracoles.


Ocurra que en el mar la luna se sumerja

y sedienta, beba toda el agua de golpe,

y despanzurre en pedazos de plata

la sobrecarga de las humanas pasiones.

Resulte que el mundo sea sin mañanas,

sin sueños, caminos, nombres

y sobre lo ausente, lo imposible amanezca

espantando a las almas por los rincones.


Acontezca que la vida entonces 

se estrene nueva y en las venas

corra el agua porque mutó la sangre

y carguemos una nube por cabeza

para no memorar lo que fuimos antes…

Es que todo lo imposible podría pasar,

mas aun así, imposible sería olvidarte.





Nancy Santiago Toro
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Me contó la vida sin palabras





Me contó la vida sin palabras



Me contó la vida sin palabras

como galopan el misterio las quimeras

desde la prisión que las acoge

encadenadas a las rutas de la espera.

Como muerden sin boca las entrañas

y devoran las ganas, las flaquezas,

como suben en las alas del alma

para volar las luminarias ausencias,

emboscadas por la niebla sin alba

en la singladura de las esperanzas etéreas.


Me dijo de los tropiezos que maduran 

nostalgias con sus íntimas llaves abiertas

cuando bailan un vals de lágrimas

con pasos perdidos, sin fuerzas,

por llevar un Calvario en la espalda

y en la carne una cruz a cuestas,

pues el tiempo que hiere sin calma

con las garras de la pena

 suele empujar hacia las llamas

y en cenizas consumadas nos deja.

Así morimos, de nuevo,

repitiendo la muerte sin plegarias,

arropados por un lodo de tristeza

y el humano humo cubriendo la nada...


Para nacer en un jardín de ilusiones nuevas

con impulso urgente abriendo otras puertas

que nos vuelva a hacer y nos herede

desde las tumbas aquellas.

A su vez nos trasplante como lirios,

aun en las arenas desiertas,

al lado de un oasis para las raíces del excidio

y así la vida continúe con otro cuento de agua.




Nancy Santiago Toro
Derechos Reservados©