Eva y su maroma
(Soneto)
Regida por la gloria iba desnuda.
Eva hecha todo un ángel, ser de ensueño,
con el plan trascendente, testaruda
hacia Adán, la locura de su sueño.
Piel, barro, anatomía del deseo,
antojo, fruto, la manzana dulce
de ese primer error en cosquilleo,
de abrazo dando el ámbito agridulce.
Lamento de memoria primitiva
que la traslada viva hasta el presente
con su inicio y camino en todos lados,
portando un saco eterno a la deriva.
Adentro, inseparable la serpiente,
y sus bienes: el mundo y sus pecados.
Nancy Santiago Toro
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