Tú como Acantilado
(Soneto)
Si disparo la muerte en su vacío
corporal, con ahínco logra el duelo
en la llenez banal del polverío,
incurable de grietas contra el suelo.
Buscando la aridez que usual se enlaza
a la penumbra abierta del suplicio
al descubrir mi vida en mutua alianza,
sucediendo en los dedos que acaricio.
Terrible acaba como acantilado
cargando el peso junto al mar del pacto,
testarudo en lamer su abatimiento.
Termina sin morir, atravesado
de culpas con el súbito artefacto
del dolor que desangra el sufrimiento.