Dicente en mí
Dice amor a través de la mirada,
los sentidos y el plexo donde ingreso
a diario y con la ruta del regreso,
por darme el corazón en cada entrada.
Revela, su sonrisa, la llegada
del gozo hacia mi voz y allí confieso
un tacto de gaviotas donde enteso
entre dos cuerpos, día y madrugada.
Su ser habla la vida de dos pieles,
del verano en la escena del abrazo,
de las manos que alargan la firmeza
y oigo la fonación que va en las rieles
del sentimiento, con la usual clareza,
que me regala el alba en su regazo.
Nancy Santiago Toro
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