Tuesday, January 22, 2019

Duerme, descansa


Poesía gótica




Duerme, descansa




Nunca entraría al foso de tu sueño.

En ese escenario sobre el aire

que se abre como un bosque maligno,

lleno de ramas que se congregan como hienas

siniestras antes de convertirse en manos

que abandonan la vida.



No llegaría, no. A la pesadilla

que construye los arañazos del horror.



En ese lugar donde se mueve

tu penumbra diabólica

y la peregrinación de tu espectro

(tan fascinante cuando profana

el interior de la noche

en forma de cuervo con plumaje de cenizas),

en esa bóveda de los párpados cerrados,

jamás podrías oír la visión de mis pisadas.



¡Bendito sea el cielo que te dejó caer

en el hoyo negro del adiós perpetuo!



Duerme repugnante cuerpo del mal

dentro de tus penas sepulcrales,

descansa en las horas póstumas de un amén.

Fluye, dulcemente, en el consuelo de la oscuridad,

mezclate con las sombras de los ausentes,

alarga tu melancólico reposo

al otro lado del vacío,

donde la palidez de tu invierno

se hunde como un llanto podrido

dentro de la tierra

y no te sacudas el frío de los restos olvidados,

no podrías salpicar la naturaleza

que no te pertenece.




Nancy Santiago Toro
Derechos Reservados©






Friday, January 18, 2019

Para leer en voz alta






Para leer en voz alta




Nunca me instalé en tus calles

ni en tus charcos ni en tus grises,

nunca fui voz al lado de tu nombre corporal.


Abandoné tu lenguaje

en la primera luz intermitente de peligro

y me convertí en el silencio

de un punto suspendido.

Tú seguiste la dirección de otros signos

y entre símbolos cuidabas

la impetuosa frescura del mar,

el canto angelical de las alondras,

las escalas sonoras de tus antojos

en los ascensores del ego,

apurados hacia el estruendo del descaro.


Descarriados, tropezaron

con la aparición del desierto

y se retorcieron las palabras

como lombrices blancas

hacia la negra distancia de la muerte;

el único lugar reconfortante

donde es posible la abstracción de lo eterno.




Nancy Santiago Toro
Derechos Reservados©






Friday, January 11, 2019

Aquello que probamos






Aquello que probamos




No se llamaba amor

aquello que probamos

con la añadida golosina del beso,

antes de que rodara como una ráfaga

pluvial por la garganta.



Aquellos indicios de primavera

que acariciaron el rutilante reflejo del verano,

aquel enigma que nos acercaba

como pompas de aire

hacia las ruinas del oxígeno,

que nos convertía en hojas amigables,

descolgandose de los ojos para perecer

de sol, de lluvia, de aire y silencio

en la condena marchita de un rincón.



Aquel fenómeno con silueta de Amor

ensayando el truco perfecto de la luz

entre los lindes del sueño y la existencia,

entre las retinas como una visión o alucinación

tragada por el abierto pronóstico del horizonte.

Aquella cosa concebida por Dios

haciendo visible su llamada de fuego,

haciendo audible el pálpito

quejumbroso de la oscuridad,

era tan solo un trueno que saltaba

desde el cantil de la vida, para mojarnos.




Nancy Santiago Toro
Derechos Reservados©






Thursday, January 3, 2019

Lo que muchos ignoran






Lo que muchos ignoran




Aún seduzco al trajín de mi destino.



Incluso lo estimulo y me provoca

ser un jardín si es primavera erguida,

ser torbellino si acerca un ventarrón.

En todas sus maneras

he sentido sus temblores

en el fulgor de mis deseos,

aunque las ganas del futuro

y de otras muchas sienes

hayan intentando apagar mis luces

con sus oscuros inviernos.



Todavía soy aquella mujer

que camina sobre las palabras,

solo para cruzar los límites de la vida.

En esa diminuta franja he probado

el néctar del tiempo

en su más profunda eternidad,

he pisado la carrera en medio de su arte

 al compás de mis pinceles

y aunque no lo crean en sus campos

de batallas he cosechado las mejores siembras,

ellas han cultivado este mundo interior

que solo a mí me pertenece.



Por eso no me extraña que las hormigas

quieran subirse a mis espaldas

con su arsenal de contrabando,

para prolongar su viaje estéril

por los surcos de mi piel.



Decía... que hay largas caravanas

que dependen de mi cuerpo

o de mi movimiento o de mi actividad,

simplemente, porque son incapaces

de vivir dentro de sí mismos.




Nancy Santiago Toro
Derechos Reservados©






Wednesday, January 2, 2019

Certidumbre y duda (Soneto)






Certidumbre y duda
(Soneto)




Si hablar de los demás es el pispajo

de tu alma hacia la voz insatisfecha,

si es el hollín de la expresión que acecha

con el gris de tu propio resquebrajo.


Donde ocultas tu herida: el altibajo

de tu Pasión en inacción maltrecha,

vuelta honda sombra de la luz deshecha

que no revela el juicio del rumiajo


silencioso en intrigas y malcasos.

Los que bien almacenas en tu andancia,

aunque no hallen lugar en tu franqueza.


Ergo, ojea tu ser entre tus pasos,

que lo ajeno y lejano es discrepancia

y tu íntimo escrutinio, la certeza.




Nancy Santiago Toro
Derechos Reservados©






Tuesday, January 1, 2019

En sus ojos






En sus ojos



Cuando nos vemos, eleva mi lugar predilecto:

su mirada en la guarida y razón de la mía

con todas las imágenes coloridas del ser y estar

en el soplo del presente que nos propaga,

amorosamente, hacia las geografías que se alargan.

Juntos, en su estatura improvisada,

descansamos como ruiseñores

de migraciones y nubes,

parpadeamos el entusiasmo de la estrella,

alquilamos la ascensión exclusiva del cielo.

En ese ámbito de visión profunda y sencilla

la observación es un tema hacia adentro,

es una prosa acercando las manos

a la lectura de la piel que transcurre

con la continuidad de saberme

dentro de lo que amo como todas esas cosas

que caben en otras cosas.

 

Por eso es que su mirar se convierte en lo que miro.

Esa unión es una alcoba de amaneceres físicos,

es un brote de cristales vivos llenándose de llegadas,

cada vez que la mañana nos busca

como siluetas debutantes del suceso que se acerca.

Sin nadie más, cuando abre todo lo visible para verme

como su amada dependencia y mucho más,

si la sangre cíclica nos hace

un solo cuerpo en las palabras,

el ámbito de un beso en la sonrisa,

la clara ofrenda de la luz que pasa como un día

con todo lo que me permite vivir en su interior,

a manera de sensación, dando calor a los huesos.


Sucede que, desde allí, un enjambre de articulaciones

nos mueve hacia el largo sonido que nos pronuncia.




Nancy Santiago Toro
Derechos Reservados©