Friday, September 21, 2018

La verdad de tu mentira





La verdad de tu mentira




¿Qué palabra escapada de ti fue verdadera?
¿Qué labia vana pudo más que el amor entre tus labios?
¿Qué te amo del dicho con tu carnal vehemencia
cargaba el latido de la sangre en el vocablo?

¿Qué lengua de vida aprendiste cierta?
Prístina y modernizando la fuente del engaño,
en erupción vibrante desde tu vena intensa,
impulsando el coloquio para el sabor amargo.

Si el momento de la noche era como estrella,
expresaba el fulgor de aquel entonces hoy tatuado,
¿por qué aislaste la veraz raíz de su fulminosa entrega
para hacerla corriente de falsa luz en el letargo?


Olvidaste que la mentira adultera el fin de la certeza,
arrebata el cosechado tiempo que procrea lo plantado
y decora con paisajes de muerte a la existencia,
aunque resucites cada mañana como un milagro.




Nancy Santiago Toro
Derechos Reservados©






Monólogo contigo ll






Monólogo contigo ll




Te decía que aquí pasa de todo y pasa nada,
horas en caravana hacia la tumba de tu ausencia,
el rastro entona una melodía de pasado
y transita por los recuerdos fracturados con tristeza.
El paisaje en la rutina del silencio se hace pedazos
y apenas pasa el tiempo en visión desierta.

¿Sabes? Las telarañas de tu olvido inician su trabajo
por todas las esquinas en misión secreta,
trato de zafarme para no pagar ese salario,
pues mi intención es encadenarme a tu cabeza,
aunque en el recuerdo no sientas que te llamo
y en la añoranza no reaccione tu respuesta.

¡Si supieras! El frío extendido se hizo más cercano,
expresa su intransigente quietud en humedades secas;
un empleado que tu afanosa apatía ha contratado,
mas él, laborioso y diestro realizando su faena,
evapora el calor de mi transcurrido paso,
aun cuando mis huellas se queman en tu hoguera,
y aunque el fuego del amor hace su reclamo,
la vida se desfasa como carne helada en la nevera.

Como ves aquí pasa de todo y pasa nada,
pasa este día con su glacial indiferencia,
pues si el centelleo pasa no besa la ventana
y esta cerril soledad, petrificada compañera...
De ella también quería hablarte,

mas una lágrima peregrina pasa y tocó mi puerta.




Nancy Santiago Toro
Derechos Reservados©






En otra soledad






En otra soledad




Me arrulla el silencio esmorecido del fantasma,

la humedad de la nube densa en agonía,

la medida larga y pesada de las murallas

ahogadas de tiempo indiferente en las esquinas.


Me alcanza el límpido reflejo de la alba luna

como erupción de cielo abandonando su guarida

para rozar las sombras de piel nocturna

que siguen el ritmo sin rumbo de la melancolía.


Me rodea el letárgico cuerpo de la penumbra

con su batallón de segundos muertos a la deriva,

 entierra en el hueco de mi soledad su tumba

y se levanta como espectro en el día a día.


Me aplasta la compañía de estas paredes ciegas,

hartas de fotografías heladas y huellas fijas,

repiten el reflejo de pretender algún trayecto,

mas ante mi palestra se enquistan y son los mismas.


Me halla la hórrida avalancha de la cruel distancia

que traspasa las puertas y ventanas sin fatiga

y me arrastra hacia la boca de la señera nada,

mordiendo el alma, sangrando vida.




Nancy Santiago Toro
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Quizás algún día me recuerdes




Quizás algún día me recuerdes



Quizás algún día me recuerdes

en la orilla de un nublado pensamiento

y sin tú querer, mi nombre se revele

en la esquina de un meteórico recuerdo.


Tal vez, sea tan débil que solo alcance

a robarle un segundo a tu subitáneo tiempo

y aun así, derribe todos los valladares

con la fuerza taciturna de un momento.


Quizás de tan sombrío cambie los colores

que brillan en tus ojos por grises aguaceros

y llueva en ellos la melancolía de una tarde

acurrucada en el frío de un invierno.


O puede que lo arrumbes y allí me mates

para evaporar mi vida en el final aliento

y sea una nube del olvido quien me entierre

en el soledoso espacio de un desierto.




Nancy Santiago Toro
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Amor, abre la puerta o hazla mil pedazos




Amor, abre la puerta
o hazla mil pedazos





I



Abre la puerta amado mío,

que la calle duerme su perfil de rastros,

solo el viento rueda su caricia

con el polvo de la vida, rutinario.

La luz es contra la noche en resistencia,

el frío con furor muerde los brazos,

apenas llego y es mariposa la impaciencia

o es un ósculo alborotado por tus labios.


Mis manos trepidan con el peso de la espera

en la boca de este espacio solitario,

mas mi cuerpo presiente tu presencia

detrás de esta madera a solo un paso;

el corazón con el amor es quien golpea

y no mis nudillos, ya cansados,

y estos pies inquietos por la urgencia

solo quieren correr hacia tus brazos.

Amor, abre la puerta

o hazla mil pedazos.



II



Las horas prolongadas se eternizan,

el rocío espabila lo sembrado,

las estrellas, sin saberlo, se han dormido

dentro de un sueño imaginario.

La esperanza aún prosigue convencida

sobre el lomo del tiempo y, en lo estampado,

la mañana ofrece al nuevo día

un lazo de colores en tiempo exacto.

La ofrenda que aproxima mi alma a tu vida,

es el equipaje soterrado de un te amo.

Amor, abre la puerta

o hazla mil pedazos.




Nancy Santiago Toro
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El lenguaje de las rosas






El lenguaje de las rosas




Hoy te hablaré con el lenguaje de las rosas,

con la textura del pétalo que ella engendra,

escucharás mi aroma en las fibras de tu ropa

con la firmeza del rocío en transparencia.

Oirás al silencio como alborozado coro

de colores delicados proclamando su belleza

y te hablaré con esa esencia y ni tus ciegos ojos

podrán resistirse a esa voz o a sus ideas.

Te llegará el tono verde de sus hojas

como esperanza reverdecida desde la tierra,

enlazada a un rumor de estuosa aurora

para que sientas al tacto el calor de mi existencia.

Pondré su vocablo de raíces tiernas en mi boca

para que en la rueda del viento no lleguen secas,

interpreta su lenguaje reverberado sobre las cosas,

aunque luego marchite con tu inevitable ausencia.




Nancy Santiago Toro
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Háblame así…






Háblame así…




Cada pensamiento tuyo me nubla la mirada

y la lágrima es el lenguaje del dolor escrito,

se abre paso por mi rostro con inquietud callada,

pero arrastra la tristeza con agudo grito.


Tono de la angustia, idioma de mi alma;

la herencia de tu voz en mis sentidos,

expresando tu existencia en explosiva calma

cuando tu silencio es detonador en mis latidos.


Háblame así, aunque ocultes de mí tu marcha,

hasta que tu paso allá no se acuerde más del mío,

que se desvanezca mi susurro como fría escarcha,

aunque la mudez de tu ausencia llene mi vacío.


Mas si algún día destella una huella de mi historia,

no la deseches, déjala que viva algún momento mío,

déjame arrullarte en esa diminuta hebra de memoria

para seguir al pasado que se pierde en lo sombrío.




Nancy Santiago Toro
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Monólogo contigo I





Monólogo contigo I



Te cuento. Aquí de todo pasa,

aunque las mañanas son más lentas,

tienen un aroma a dolor pesado,

de esos que se aspiran y dejan grietas.

La soledad se ha hecho más visible,

aun con el perfil del viento y su apariencia hueca,

más con el todo de un vacío que no se aleja.


Sabrás que el silencio tiene tu voz

y como habla, a veces he querido callarlo,

mas es tan soberbio que no respeta,

se hace el martillo, a golpazo, en el latido,

cuando me clavas la tenaz ausencia

y la lágrima arrastra la potente barahúnda

que el corazón libera con tristeza,

con el clamor de los sentidos,

cuando te buscan y no te encuentran.


Ya te digo trato de callarlo, pero el muy parido

crece y crece, ya la barba inunda sus orejas,

por eso no escucha cuando le hablo,

es un payaso haciendo morisquetas,

cuando va y se mece en las cortinas

y allí me hace oírte de nuevo sin asperezas,

porque a veces es suave y sutil como la seda.


¿Sabes? En esta silla que me acompaña

se ha sentado como si nada y me conversa

con el pulso aún latente de tus huellas,

mientras compartimos el pan sobre la mesa.

Te digo, aquí todo pasa, menos tu presencia.

Allí va, un paisaje sin maquillaje por la ventana.

¡Ah! Pero es la misma noche bostezando solitaria,

ya me extrañaba que no viniera.



Nancy Santiago Toro
Derechos Reservados©