Monday, September 23, 2019

Agradecimiento






Agradecimiento




Debo agradecer a tu pensamiento tirrioso

que hacia las palabras huye de ti mismo

y al Trastorno Emocional

de tu mal funcionamiento obsesivocompulsivo

arrojado contra Valentina por tener un hombro,

de cuerpo hacia adentro, Hombre,

en el óptico diario mimando su mirada.


Gratificar al silencio de tus pecados

que no procesa los escarnios femeninos,

aunque los engullas

como un depredador sanguinario

para ponerle el color de la sangre

a la sonrisa teatral de tus mañas.


Apremiar a todos los terroristas

a lo Hannibal Lecter

que se amparan en tu sombra,

al varonimiento visivo repleto de llagas

en tu superego más alto,

a las nuevas técnicas mercenarias

de tu Varangian Guard

reclutando machos zalameros

para salvar al mundo de una como yo,

después de aprenderte los diez mandamientos.


Compensar tu encantamiento universal

que se abre como una luz

en la plena encrucijada

de tu quebradiza circunstancia,

a tu aversión amoral sin fichar estereotipos,

a tu caverna corporal

acelerando el desgaste

que te camina por dentro

con el Megatón que te masacra y purifica,

cada vez que hallas en el prójimo

la causa de tu oscurecimiento detonador

y atmosférico anunciando tus cambios climáticos,

cuando te subes endiosado por los cielos

rodeado de los fuegos artificiales...

BUM, BAM, BIM.


Pirotecnia de la esquizofrénica apoteosis

intentando matar tu gran frustración

con todos los actores que imitas

sin su ADN, sin su IP virtual,

pero, artístico en tu Metaverso-Calabozo

con ese talento de pureza refinada a lo gourmet,

servida con la exótica técnica del gustu

para tu plato favorito de pólvora y disparo

que te hace correr de indigestión.


Galardonar la boca de caníbal

embarrado de personajes frustrados

viviendo como trozos biliares

en la vesícula seminal de tu íntimo machismo

y al sacerdote augustal consagrado,

oculto en tu generoso galleo,

que te concede todo un paraíso

con chófer exclusivo hacia el infierno.


Agradecerte, sobre todo,

el veraz atesoramiento

de figurillas mentales con cuellos sin fronteras,

porque gracias a las máscaras que te pones

para enmascarar tu tumoral vida, modo y carácter

con baratijas e insanas destrezas,

es que soy el afortunado flechazo

directo en tu talón de Aquiles.






Nancy Santiago Toro
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