El mucho a precio
Sabelotodo, con mental guapeza,
se ha puesto la corona de brillantes,
tan repleta ha quedado de diamantes
que en España quedó la reina tiesa.
Desde enero se exhibe como alteza
y sus gustos ahora extravagantes,
gozan, tras bastidores, de ayudantes
dispuestos a limarle la aspereza.
Aunque le cueste doble el rendimiento
llenito de inflación que pesa en oro
se da el lujo que alcanza lo que quiere;
el coulis de limón y no me azoro
si como carne fresca lo digiere
para entregar su corazón contento.