Wednesday, September 26, 2018

Por la ruta del sol





Por la ruta del sol



De repente una pisada acorde con la mía,

luego el roce retozón que lleva el paso,

la misma calle, la ruta del sol extendida,

la ocasión, el balcón de una fecha, y estamos.

Un enjambre de eufóricas ideas dando vueltas,

el festival de melificados besos en delicado acto

y las miradas al compás de su danza, mientras

cruzan la puerta del silencio por los labios.

Prestas las voces de miel dejan su colmena

con las palabras que debutan en el escenario;

 mensajes de sueños, de alma que entregan

un sentimiento con el lenguaje de los párpados.

Con libre vuelo y sin fronteras es presencia,

detalle del latido en fuerte alianza

que sin tener nos muestra brazos,

cuando en su espacio me sujeta y es equilibrio,

sin elegidas estructuras, desde lo alto al llano.

Sujetos al tiempo que nos exhibe este universo

y nos repite en cada gestada noche con los astros,

yo con el placer de apagarme en sus adentros,

por la dirección que lleva el día a su regazo.




Nancy Santiago Toro
Derechos Reservados©





Mi travieso lucero




Mi travieso lucero



Como lucero suspiró la grandeza de la noche,

desde el Cosmos exhaló la nostalgia del deseo,

burló al firmamento, pendió del horizonte

y por inconforme rodó y logró besar mi pelo.



Hoy es rumbo hialino, voz de universo en mis ojos,

 expresión cósmica que se anida en mi pecho

al principiar su marcha penetrante en mi sangre

a través del temblor que pronuncia mi cuerpo.



Se desliza voluptuoso por la piel del costado,

traspasa la carne con la dimensión del destello,

 recorre mis caminos, los nuevos y andados

y con tacto tibio es la frescura del gesto.



Es fulgor que ondula sin renuncia en el aire,

 circula la luz de la vida en cada momento,

 seduce la existencia, como sol acompaña mi viaje

y dentro es llamarada que no se apaga en el tiempo.



Arrima mi carnal vestidura hacia nuevos colores,

desde el telón crepuscular que abre hasta el suelo

y al unísono desmayamos un calor de emociones;

 nuestro mundo interior desatado en el viento.



Y en transparencia somos por lo alto y lo bajo

 como afirma la descarga luminosa al trueno;

  tonada de cielo que se escucha en el rastro

y la luna testigo lo sabe en silencio.




Nancy Santiago Toro
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Hoy mis letras son semillas





Hoy mis letras son semillas




Has visto al río en crudas tormentas,

al invisible viento con la furia que alcanza,

 la fachada lúgubre de la naturaleza

al perder las fuerzas desde sus entrañas,

ella siente y padece, pero a otro día se aferra

su lucha no termina con la inicial batalla.

Hay manos más arriba que levantan, sujetan,

  mantienen en equilibrio, en perfecta balanza.

Amiga, levanta el coraje, retoma la cuenta,

siente el porqué de la brisa y del ave que canta,

en un destruido paisaje otra etapa comienza,

el sol despierta, se cuelga en la percha del alba

 para arrancar las sombras con su luz renacida

y allí en tu ventana quiere buscar tu mirada.

La tierra por ti es un ciclo que renueva raíces

 y hoy las rosas más bellas llevan tu fragancia.


La meta perfecta no es el objetivo en la vida

 es lo que logramos ser, aún siendo nada,

por eso hoy no escribo letras, escribo semillas

por tu nombre, Tuti, son de fe y esperanza,

alza la vista porque tú eres roca en la cima,

sostenida por la firme montaña y más allá

en el futuro que no ves hay primaveras

pintando con arte el tiempo para tus mañanas.




Nancy Santiago Toro
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Despertar en la distancia





Despertar en la distancia




En un rincón de la mañana caduca y fría,

una ausencia cubre de sombras mi terrado,

pasa con las horas negruzcas de tristezas

y mis pensamientos vuelan tras su existencia,

su intención, llegar al fin, mas sin embargo

como hojas precipitan la danza de un bolero;

nostálgica odisea que culmina en otro ensayo.

Quieren alejarse de mi cuerpo, tocar sus dedos

y su movimiento no halla el ritmo de sus manos.


Solo la infinitud es presencia que al calor aleja,

aunque su abrazo de soledad se sienta humano,

con su tacto, la lejanía, de un salto está más cerca,

pues ella apresa la verdad efectiva que añoramos.

Tiene la mirada de mi corazón allí, donde no llego,

y esa boca de mis labios con la sensación que extraño.

 Las caricias de mi piel están en el carnal anhelo

y el olor del cuerpo que el respiro busca

es en auroras que se pierden como humo de cigarro,

mas qué hacer cuando la distancia es dueña

de lo que el sentimiento no alcanza en otro espacio.


En este, tengo los deseos en la ruleta de los sueños,

latidos inmersos en el paisaje anónimo de un cuadro,

un cielo que nos divide desde afuera y hacia adentro

y la bóveda del tiempo que nos guarda solitarios.




Nancy Santiago Toro
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Mi corazón te entrego





Mi corazón te entrego




A ti, oculta efigie del silencio

que aguardas el brote de su boca

con el beso cultivado para tus labios 

y el saludo cotidiano de sus ojos

sobre tu silueta de amante que sueña

con su desnudez y desvestido aroma.

Vida que aguardas tan callada,

sin mostrar aún el hilo del destello

que va avivando el fuego de tu llama

en el fino paso de sus horas

hacia tu femenil momento.

Tú, la de manos diestras y alargadas

que lo arrimas a tu espejo, tan adentro

tuyo tienes su imagen desde lejos,

sin saberlo él, sin saberlo nadie,

solo yo porque lo presiento,

cuando siento tu sangre corriendo

como río animoso hacia su sendero

para acariciar la historia de su cuerpo

con la humedad de tus secretas formas,

porque tu piel reclama su tacto

tembloroso con destreza de alfarero

para la tibieza táctil de tu amor.

 Mujer... que casi alcanzas su divino cielo

como nube traviesa y juguetona,

así como fui en él aquellos días

con el ritmo retozón de otro viento,

donde perdí mi vuelo de gaviota,

cuando un invierno de su alma

me llevó a otra rama, al nido del olvido

él que no proyecta el cercano verde, 

desde el remoto tiempo

que permanece en sombras.



A ti y solo a ti, mi corazón entrego

lleno de esas tantas cosas que guardé

y no pude darle por su anticipado gesto.

Está vivo y abierto para que lo ames

con las primaveras que en el poseo,

mas que no sepa, que no sepa nunca

que ese corazón es aquel nido,

donde todavía soy esa gaviota.




Nancy Santiago Toro
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Miradas en la misma dirección





Miradas en la misma dirección




Contigo quiero asomarme a la ventana

 y estrechar los ojos en la misma dirección,

de haber invierno, deseo tiritar de frío las miradas,

aunque luego derramen su escarcha bajo el sol.


Si de la primavera fuera el colgado calendario,

mi sonrisa con la tuya, revoloteando los cipreses,

se convertirían de golpe en coloridas mariposas

y sin perder el hechizo remontarían lo verde

para marcar al tiempo con cetrinas maniobras,

por si el destino las atrapa en separadas redes.


De ser el verano quien asome con la aurora,

se zambullirían nuestras almas en su calor ardiente,

sudarían la humedad del aire y cuánto más lo amado,

aun si las súbitas tormentas azotaran con desdenes.


Mas si el otoño con su madura fronda nos saluda,

 dame la mano y no permitas que la mente piense,

 caminemos para ver caer las finales hojas de la vida

como si fueran las perlinas canas de las sienes.




Nancy Santiago Toro
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Cuando mis versos te escribo





Cuando mis versos te escribo




Busco en viejas cartas, mi cofre de letras,

para oír tu rumor de silencios vivos

en la trasnochada butaca que retiene mis ansias

con tu enlazado sudor y entrañado respiro

y apenas alcanzo un desierto

 en la palabra nostalgia

que no retrocede su avalancha de frío.

Sigo buscándote en las pequeñas cosas

que “para mañana” quedaron pendientes

y de ayer a hoy el calendario en el muro

parece haber saltado de enero a septiembre,

como si los días se hubieran hecho de agua

en el vuelo de los mojados recuerdos,

desde que el corazón en el tiempo naufraga,

por querer arribar en la orilla de ese futuro

que me deje existir desde el alma contigo.


Así se van mis manos, la mirada se alarga,

detrás de ti se van mis latidos,

y es que mi cuerpo precisa buscarte,

pero todo principia y ultima en vacío.

Solo ubico una corbata que evoca tus prisas,

una fragancia que se va de un vestido,

una pijama que no despierta en la cama

con tantos sueños preñando bolsillos.

Hallo una bufanda con ganas de inviernos

una señera foto capturando un domingo,

otros detalles más grandes los presencio en mis ojos

al pensarte con un inventario de acariciantes ideas

que estampan mi amor, cuando mis versos te escribo.




Nancy Santiago Toro
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Amarte





Amarte



Amarte como rosa amanecida en tu rocío,

en tibia primavera, rubescente de pasión

o como calmoso viento con arrebatos paulatinos

retozando, asiduamente, mis besos en tu voz.


Igual que la corriente que lame los paisajes;

lengua de agua en perenne curso por tu hoz

o como río difundido en la enjundia de los mares,

disfrutando la locura ondisonante sin temor.


Semejando la luna llena anclada en universo

con su eco albo y rutinario en tu visión

y el sol que irradia con devoción el tiempo

al visitar, cada día, tus espacios sin adiós.


Amarte como fiel sombra junto al árbol,

nube en cielo, mas suspendida en tu interior,

como sangre en vena, corazón al cuerpo,

alma en vida o solo por que somos tú y yo.




Nancy Santiago Toro
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