Bebiéndonos el alma
Eran las fechas caídas anunciando el mañana,
la vendimia de un presente sin huellas de pasado,
la corriente del río que hacia una dirección avanza
y tú y yo como las sedientas riberas de su brazo,
siguiendo el cauce rumoroso de su jocundo canto
a través del bosque, la llanura o la montaña
para continuar la senda hacia la cúspide de los años
al librar con nuestro espíritu las crecidas batallas.
Hasta cruzar el bruno fondo del futuro, cristalinos,
saboreando el crepúsculo ardiente bajo las aguas,
holgados por el mundo y corriendo al mismo ritmo,
porque en firme acoplamiento, a mi lado, tú te hallabas.
Hoy es sentir cercano el calor de tu lejana brisa
como quien acerca el tibio beso en la mirada
con los guiños del amor haciéndome la vida,
al bebernos en el mismo recorrido nuestras almas.
Nancy Santiago Toro
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