Thursday, September 20, 2018

Y llegué a ti






Y llegué a ti




Gaviota hacia tu nido, con el equipado vuelo

de fechas secuestradas por viejos calendarios,

con un capricho de sombras, en mudo concierto,

distrayendo el espacio en nuestras manos.

Allí tu ausencia me hizo artesana del trayecto,

pergeñé los bosquejos de aquel deseo solitario,

que antojadizo de presente, giró en el tiempo

la alada marcha hacia el destino desde lo antaño.

Donde libré las murallas de la espera,

las estaciones guerreras de los campos,

los cuerpos de agua sin rumbo, sin vida,

la tendida dejadez del suelo despoblado

y la mudable personalidad del cielo,

que caprichosa te hacía menos cercano.

Por eso, deshice el disfraz rudo del invierno

con mis lágrimas y al humedecer al viento,

destellos sobre el mar fueron mis pasos.



Y llegué a ti…

La carne de tu voz se hizo mi alimento,

arranqué de las entrañas del silencio aquel te amo,

sacié a la hambrienta soledad y fuimos llenos

del toque viviente de ese mundo visionario

con el cuerpo del amor en el espacio humano.

Y se hizo cerca lo que fue tan lejos;

testigo fue el pulso en jadeo nostálgico,

pues al ritmo del reloj van los momentos,

atando los recuerdos a nuestro rastro.




Nancy Santiago Toro
Derechos Reservados©






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