Gracias amor…
Por hacer tu voz intensa como algazara
al apañar mi llamado en el aire con un beso
y fabricar una colmena con la miel de mis palabras
al guardarlas como latidos en la ánfora de tu pecho.
Por el claror del sonido que me acercas con el alma,
cuando quiebras los pesados cristales del silencio
y transformas en hilarante fiesta a la dormida nada
al regalarme parte del espacio en tus mágicos momentos.
Gracias por llevar mi nombre escrito en la esperanza
y repetirlo con devoción en cada paso del trayecto,
por mandarme esos versos como rosas de mañanas
para que los siembre como promesas en mi huerto.
Gracias por abrir de par en par la puerta en tu mirada
para mecerme plena en su fulgor y movimiento
al extenderse como un puente en la distancia,
para existirnos… para vernos.
Gracias por ser luz amarrando sombras
o el faro del rumbo que me guía por el tiempo
y por arrancar la opacidad a la ferina niebla,
cuando trata de bloquear y atrapar los sueños.
Gracias por ser mi fiel lazarillo en esta fulgente ruta,
cuando los amartelados sentidos en tropel de ciegos
caen amontonados en las malezas taciturnas
y tú las levantas con solo elevar tu fervoroso rezo.
Gracias amor por acercarte cada día a mis mañanas
y por conquistar mi camino, aunque estés lejos.
¡Gracias amor por quererme como te quiero!
Nancy Santiago Toro
Derechos Reservados©
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