Wednesday, December 30, 2020

Brindis (Soneto)




Brindis



Brindo por ti que ofreces tu existencia

de entorno y piel, de intimidad grabada

hacia el hoy que introduce en la mirada

la integración de intensa confulgencia.


Un brindis con la fuerza de tu nombre,

por tu viaje que explora mi camino

en tu inicial jardín que va al destino,

donde soy la mujer unida al hombre


más allá de tu sangre y mi latido,

de la materia con el día impreso

en otra noche dando el albedrío


de amarnos con los modos del acezo

que va de mar profundo y ascendido.

Brindo porque este amor es tuyo y mío.




Nancy Santiago Toro

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Tuesday, December 15, 2020

Amorosa anexidad (Soneto)




Amorosa anexidad 
(A mi amado NC)



Tu mirada se entrega luminosa

y en tus ojos brillando está la mía,

flexuosa entre las cosas, cadaldía,

por ser de la dación la más frondosa.


Estás entre mi sangre laboriosa,

estoy en tu regazo, en tu valía.

Cada cual, huella, mezcla y compañía

guiando la sintonía calurosa


del abrazo, del pulso en el lenguaje

que roza apasionado los sentidos

movibles y enlazados como un beso.


Tú y yo, eslabón del cíclico paisaje,

de la palabra abierta en los sonidos,

del día tuyo y mío en el suceso.





Nancy Santiago Toro

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Sierpe (Soneto)




Sierpe



Menos mal que en los dimes y diretes,

a buen seguro, fue tu hipocresía,

la argucia en tu ignorancia y la falsía

en conducta aprendida de grumetes.


Pequeño fue el rincón de tus ideas

despechadas en lengua serpentina,

saliendo de tu pose clandestina,

sin freno, en el causal de tus tareas.


Inútil fue el trastorno de tu empeño

y la inocencia negra en que te amparas

al confundir infierno y paraíso.


Tu intriga nada fue en mi desempeño.

A postre, y por dejar las cuentas claras

de una vez, ya eres sierpe por el piso.





Nancy Santiago Toro

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Friday, December 11, 2020

Mi Silencio




Mi Silencio



Puede ser la meta pasiva

evitando el frío pozo de otra lengua.

Una vía del futuro, de mi alcorce,

de alguna ruta entre mis sienes

o de mi corazón tendente

a construirla en rojo,

frente al habla ajeno que solo arrastra

agua y sal entre razones.


A viva fuerza, en la agitación del Alfabeto,

es el punto aprendido

que, a ipso facto, se consolida como piedra,

si a mi gusto se detiene

ante la circular sordera de aquél

que se hospeda en el contraste.


Vive con la mudez indescifrable

de las memorias y el misterio,

con la agenda de mi antojo

que desecha el fugaz después

en la mecedura del lenguaje

y de ese modo...

Existe en la duración de mis sentidos,

en la unicidad del yo y el alma

con el catálogo de cosas

que sigo gobernando entre vocales.


Es conmigo.

Él más leal detrás de mi sonrisa,

huésped de mi oasis; el más quieto

en el ajetreo de mi sangre

y a pedir de boca, permanece tras

los labios que siguen siendo Míos

en las entradas y salidas de mis propias llaves.

Aun así...

Sin pasaporte viaja todo el universo,

con privilegio en las formas

movibles de mis libertades.


Sin acceso, solo a mí me pertenece.

No busca el movimiento de otras mentes

ni las ganas del intruso,

mucho menos la usanza de otra carne.

No ocupa el interior del adversario

ni de algún tercero.

Que nadie diga, cómo debe comportarse,

si decide ser en los altibajos del idioma

o guía un rebaño de letras

con mi apoyo en el mensaje.


"A buen entendedor…


Y aquí y ahora, un decir de mi hábito absoluto,

pasea donde las ideas se mezclan con el aire.

Nace desde la vida que dirige sin promesas,

sin obligación, sin la imposición del límite.

No flota con ninguna ley ni precepto establecido.

Es solo lo que ves.

Mi voluntad, al volante, desde mis sentires

viajando libre hacia otro mundo

con la mínima expresión de Mi Silencio.





Nancy Santiago Toro

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Tuesday, December 8, 2020

Tenía que ser




Tenía que ser



No hay Mal que dure cien años

con una cría de ratones en la mente

de cochambre y telaraña.

Ni jayán que resista los tantos agujeros

que se llenan con él mismo,

cada vez que entra al del pacto

con la noche, para asomarse negruzco

como uno de ellos.


No obstante, que eficaz es su cuerpo,

cuando muestra la imagen

que mejor le queda.

Entre vida y piel, la más dispuesta

a proseguir hacia el detrimento

de algún sitio, donde habrá

de comprimir, sin mucho esfuerzo,

la presencia de negrumo rutinario

en la única palabra de su paisaje tan amado.

En la que se pudre, Vertedero.


Tenía que ser.


De tanto morderse el pensamiento

con furibundo salvajismo,

a más no poder avinagrado

de batalla y desafío,

desde el centro de su lengua

y a gritos para darle el gustillo

chillador a la saliva. Resueltamente,

a las bravas con su rabia

al enchufarse a una sola voz.

Estalló por dentro.


Acabó con la presunción

en la solfatara de la boca

y en vivo y en directo,

desde Gritolandia,

guiado por las vociferaciones

descompuestas de soberbia,

se lanzaron juntitos y revueltos

como suicidas nauseabundos,

con la personalidad agusanada

hacia el sur que lo estrena sin remedio.

Y allí están, invariablemente,

desde enero hasta diciembre,

pegaditos, como uña en mugre.




Nancy Santiago Toro

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Wednesday, November 11, 2020

La vecina Blablablá (Soneto)




La vecina Blablablá
(Soneto)



Mi vecina parece un papagayo,

por delante y detrás de la ventana

y, a colmo, su habladera cotidiana

se muestra tempranito como el gallo.


Con la Voz del Bochinche saca al perro

y de ambos es el don de la mordida.

Buscar a quién morder es la partida

que los regresa al asco, ¡ay, qué me aterro!,


con solo imaginar el Mal interno

de esa lengua saliendo como loca

por el día, que ajeno a su objetivo,


va y vuelve al ataúd del gran Infierno.

Sin duda, en el cuartito de su boca

para agotarse Negros, mientras Vivo.





Nancy Santiago Toro

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