Para los Tres Santos Reyes
La roja euforia es túnica en la aurora.
El prado recoge la risa del niño alegre.
La espera impaciente es en el ritmo de las horas
que traen la magia de los Tres Santos Reyes
y el aire gesta sueños ricos, sueños pobres,
de deseos sembrados en el alma de la gente.
Unos, ya son perlas estáticas en pequeños sobres,
otros aún decoran la vista en blanco de la mente,
pero mi anhelo lo he guardado con tu nombre
y atado a la fe alada que libera una plegaria,
palpita como si tuviera el latido de un pequeño,
sobre aquel pájaro en vuelo de la infancia.
Mientras espero ante el Niño en el pesebre
que mis ojos estrellados vivan la esperanza
y que entre sueños ricos y sueños pobres,
los Santos Reyes… te hagan realidad mañana.
Nancy Santiago Toro
Derechos Reservados©
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