Viajeros del sentimiento mutuo
Con mi acento sanguíneo
imprimiré en tu boca un viaje
que justifique los semáforos fluctuantes
y recorreremos el camino
que aprendimos tras un verso.
Una vez en la altura de su noche más larga
me detendré en la temperatura de tus besos
para mezclar mi respiración con tu apetito.
Será un espectáculo inquieto,
un acto de senderos transitables
y maravillosamente vivido
al pasar la respuesta de tu abrazo.
Avanzando, maniobraré las curvas
hacia el cruce más viril de tus venas
y con mi voz cuesta arriba,
sabrás que eres mi ciudad y yo tu habitante.
Sé que me has dicho más de lo que digo
por el norte de esta desnudez,
cuando a la vuelta de la esquina
eres tú quien se moviliza por mi vida
sin frenos hacia las zonas
más solitarias de la ruta,
solo porque te complace la inspiración
de mi cuerpo bajo el sol más fuerte del día
y este fluir convexo de montaña rusa,
y cuánto más, de ese paseo por el sur,
donde se descarrila la travesía
que hemos hecho juntos...
Cada vez que inicias el paso hasta mi esencia
y te hallo hospedado en las peligrosas
coordenadas de todas mis calles.
Inspiración y sentimiento de la mano imprimiendo un hermoso poema. Es un gusto leer tus escritos.
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