Construyes un sendero en la memoria
y tu voz me da un viaje en el sonido,
mostrando las escenas del latido,
visibles de momentos y de historia.
Una de piel, de esencia y trayectoria
en cada cielo azul amanecido
con mi ser estrechando el recorrido
de tu vida en presencia narratoria.
De ti el rincón de un gesto uniendo instantes
y el brío para el roce entre mis dedos
seduciendo a la dicha en su balada.
De ti el cuerpo y los besos; habitantes
del amor, juntamente, en los albedos
dando el profundo hogar de la mirada.