La changa presuntuosa
(Soneto)
La libélula a diario se jactaba
de ser la comelona del pantano.
Comía rapidito y muy temprano,
como diva la caza disfrutaba.
Posponía la dieta y devoraba
sus presas en exceso cotidiano:
abejas, un mosquito, algún gusano,
sin contar la polilla que faltaba.
Y fue a buscarla con la gran codicia
del rico que jamás se satisface,
en necia travesía y con el brillo,
que a su vez, encendía su avaricia,
mas saltando a su dulce desenlace,
terminó como el postre de un sapillo.
Nancy Santiago Toro
Derechos Reservados©
Me gusto mucho el poema por el mensaje que encierra para la avaricia, porque es así como siempre terminan en la vida real. Te mando un saludo que hoy me he paseado por aquí y he disfrutado de toda la lectura. Un abrazo y pasala bien.
ReplyDeletePues más claro no puede correr el agua. Te agradezco mucho tus lecturas y todos los comentarios que dejas. Eres muy amable amigo. Muchísimas gracias y bendiciones.
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