Como brisa helada
Lleva la brisa helada su jarana
en los recodos de la noche sin recelo,
su empeño insiste en el cristal de mi ventana
como si quisiera invitarme a un nuevo duelo.
Se oye como golpe de siglos, cachetada
de aire con toque hiriente de mujer;
proyectil del miedo penetrando la mirada,
tambaleando los muros del ayer.
Inexorable brisa con ansias de maltrato,
se ha escapado por una herida del viento
y su aroma de furia directo al olfato
penetra su árido rumor de desaliento.
Arremete su gemido en cada bocanada
al fondo de la noche, al núcleo de mi sueño,
y le pregunto, ¿qué quieres de mí brisa helada?
Si tan fría como tú me dejó mi dueño.
Llevamos dentro la punzada del reproche
al ritmo del lamento, en pleno vuelo,
mas yo soy una sombra que escupió la noche
y tú con las sombras bailas en el suelo.
No comments:
Post a Comment