Yo sé que no hago cuentas del pasado,
esa nunca ha sido mi destreza,
el futuro siempre al frente agarbado
lleva mis manos, mis pies y mi cabeza.
Yo sé que a la vida bebo gota a gota,
saboreo el sabor de cada momento
y si tengo que beber la amarga derrota
esta no será de eterno sufrimiento.
Sé que me he levantado del suelo tantas veces
hasta volver a tocar las estrellas en secreto
y de nuevo mi cuerpo erguido, sin dobleces,
se viste de coraje para el nuevo reto…
En una vasija mis buenas intenciones,
con una fuente de amor adentro,
con un arco iris de nuevas ilusiones
salgo como el día a un nuevo encuentro.
Y voy sembrando afanosa mis semillas,
abonando con sincero amor la tierra
para cosechar las cosas más sencillas;
en esa libertad mi corazón se aferra.
Mas yo no sé si colgaré de tu memoria,
si besaré con ternura tu pensamiento
o si me encontraré en remota trayectoria
y volaré sin rumbo en el vacío del viento.
Tampoco sé si dejarás una puerta abierta
o si a mi paso tu vida se me cierra.
No sé si mi presencia aún en ti despierta
o si estoy muerta y la ausencia, ya me entierra.
Mas solo sé que si viviera otro mañana,
si llegaras otra vez como fugaz estrella,
volvería a contemplarte desde mi ventana
para sentir nuevamente… tu breve huella.