Voces
Son algunas voces de mar alborotado,
cargan el resol en su mensaje fugitivo,
estremecen con su rueda viajera de palabras
al traspasar su temblor de súbito al respiro.
Es oír que el chasquido breve de su oleaje
se hace un maremoto que revienta en el latido
y en ascenso da la enardecida intemerata
que se enreda con el viento y las auroras
para caer flotantes en los sentidos.
Hay voces como proyectiles de gargantas,
son palabras de plomo que pesar pudiera,
tienen el ruidal que fractura los espacios
invisibles, con los disparos de la boca,
con los latigazos de las crispadas lenguas;
gritos imperecederos, oscuros, largos
que hasta el olvido también recuerda.
Voces, tantas, las vibrátiles, sensuales,
las luminosas cual aparición de estrellas
que expresan la idéntica caricia
dentro del cielo que conoces
y se pierden como pasajeras de otra escena.
Muchas de papeles, como voces escritas
suelen acercar lo lejano de lo ausente,
saben rozar su aliento sin los labios,
precisan alcanzar el sonido a su manera.
Otras, sin tránsito, son voces calladas,
petrificadas, sin la acción del ruido,
esas que recogen todo el silencio de la parca
para abonar el canto de los ángeles
y yo de alguna manera las escucho,
casi percibo a mi lado su existencia.
No comments:
Post a Comment