Nunca imaginé que llegarías de improviso
como estremece al silencio el impacto del sonido
o como ese rayo de sol que entre la lluvia es roce tibio;
tenue, plácido, callado y suspensivo
pero en su desafío etéreo, siempre percibido.
Nunca imaginé que llegarías táctil y emotivo.
Que sembrarías tus besos, que escribirías tus sentidos
en los labios, en la piel, en lo más íntimo,
para luego recoger mi cosecha de latidos
como frutos del querer; ser amor con objetivo.
Nunca imaginé que llegarías cálido y genuino,
sin igual, solo tú, natural y único en lo mío.
Como transparente ángel a mi lado suspendido
o como la lluvia; ese beso puro del cielo en el camino,
o como río cristalino; ese espejo impoluto en donde miro.
Nunca imaginé que llegarías tan definitivo
como el viento inagotable, con el trayecto de los siglos
que no se detiene ni desgasta en el vacío
al reafirmar su caricia permanente en el soplido.
Ese que se queda por amor en puntos suspensivos…
Nancy Santiago Toro
Derechos Reservados©
No comments:
Post a Comment