Será en la tarde del domingo
Será en esa tarde que se aproxima a este presente,
en la escena que no dilata el designio de tus cosas,
en ese tiempo que el tránsito de los días ya sostiene
el breve instante que seguidamente evoluciona
las horas que insinuarán a las siguientes
con lo nuestro como corpúsculo extendido
hacia el sinfín de las auroras.
Por esa tarde tus pisadas
irán entre la innecesaria gente
con el calzado solitario de un domingo,
el silbido de tus labios me llegará con suerte,
mientras logras calmar la presentida unión
de tus manos con las mías en tus bolsillos.
Y te sentiré a mi lado antes
que el paseo de la luna llegue,
antes que las sombras tengan su principio,
serás primero que las farolas de la noche
y antes que las luciérnagas vuelvan a palpitar su brillo.
Y verás mi rostro como en las muchas ocasiones
que en percepción me hallaba el viaje de tu mente,
esta vez con el abrazo tangible que soñaste
sobre esta piel de tu pasión,
la que Dios creó para tus dedos.
Mis ojos se posarán en el ventanal de tu mirada,
las voces del latido pronunciarán el sortilegio
y como mariposas en vigilia será el vuelo de palabras,
poblando el cielo adormecido antes de volverse negro,
porque todo acaecerá en esa tarde que te acerca
hacia mí, con los dos
junto al fausto porvenir de ese domingo.
Nancy Santiago Toro
Derechos Reservados©
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