Nuestro encuentro plasmado en tu pintura
recrea a raudales ambicionados sentimientos,
la ilusión destella aún con inocencia pura
y la mirada capitula como hojas los momentos.
Arte prístino que desplazó la mano de un maestro,
definiendo en pinceladas su técnica de ternura,
al son de poesías esbozó su enamorado estro
con el fatum presentido que el corazón captura.
Como paisaje de dos vidas que libera el alma,
la atisbo como si entallada en el molde de mi pecho,
viviera el amor infuso que un latido pintó con calma
en el fondo de un óleo prolongado y satisfecho.
Intimidad que decora hasta el presente su memoria,
la vivencia que soñó desde entonces su intelecto.
Numen rebasando lo antaño con creatividad amatoria,
donde vive la firma de su nombre, mi trayecto.
Nancy Santiago Toro
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