Thursday, September 27, 2018

Después de un Chanel nº5





Después de un Chanel nº5




Esta cochina vida otra vez resuelta

a hacerme la existencia un yogurt,

hombre que a duras penas

puede buscar encargos

sí, esos que olvida en un presunto

bolsillo roto, cuando se lleva la lista

de los encargos que preciso.

Tarda tres horas inexplicables,

llega con un tufo cualquiera,

sin memoria, con otro cuento

de ideas sin culpas y la marinada

que deja las pistas del ron en los ojos,

pero nada de lo que mandé a pedir

para un guisado de gallina

que me está haciendo agua la boca.

El gallo… sí, viene de algún corral,

con excusas; las baratas y onerosas

que se inician con las altas temperaturas

y su efecto en la producción industrial y agrícola,

para seguir con el valor del combustible

que aumentó otra vez una décima

y para terminar con la jodida inestabilidad

del ingreso per cápita.

Si, sí… digo yo,

la reforma energética que arde

en el bar de al lado,

bueno, en eso si gasta el desmemoriao,

cuando paga el dispendio de sus malas costumbres.


Y yo oyendo la prosa del cansancio

con su clandestina economía,

sus cambios climáticos,

y su jeringada política…


Mejor dicho les presento

la torpeza de un hombre

que no da unas flores

perfumaditas de Chanel nº5,

una invitación para cenar sensoriales ritos

o la excitante desvelada que ultime

en el orgasmo satisfecho,

bajo esta tenue luz que al cubrir su sombra,

me abre los ojos.




Nancy Santiago Toro
Derechos Reservados©





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