La ruta de amarte
Quizás en una noche cualquiera,
esa que es capullo y el tiempo aún no abre,
se encumbre mi nombre en tu cabeza
con el cuerpo revestido de ángel
y flote allí con la desenterrada idea
que hasta hoy extraviaba este mensaje.
Y te preguntes, ¿por qué hasta mí llegas
con aleteo alborozado en la sangre?,
con esta avidez sensorial que reclama
las formas de los recuerdos apremiantes
como si rozaras con tu alma la caricia
de aquel tiempo desnudo y sin la carne
que arrimaba la llama hambrienta
con el atuendo voraz que posee el amante.
Y entonces…
Un impulso enigmático te guíe a la ventana
con la fatiga hacedera de encontrarme,
allí, de pronto, un concierto de estrellas
se una a tu lagrimal por hallar refugio en tus cristales
y a la vez te llegue el diálogo nostálgico de un poema;
él de mi corazón escrito en los instantes,
uno acercando algún tesoro de letras,
un destino quebrado, un pasado en detalles,
una misiva con fiebre de agudas tristezas
que poco a poco me hizo cadáver.
Mas quiera tu pecho resucitarme con la urgencia,
desde el fondo de sus huellas imborrables,
para prorrumpir en el ritmo de su eco con la fuerza
que en la ruta hasta hoy solo ansiaba amarte.
No comments:
Post a Comment