Sin candados…
La paradoja del amor con las razones,
cuando el latido es más franco en la locura,
donde se abandonan los brazos sin temores,
sin la mente fija, sin excusas,
por rodar en la vehemencia de los mares,
hacia la otra orilla sin preguntas,
hasta arrojarse en la calma del oleaje,
por que en la buscada arena se sepulta.
O ser la hoja mecida en la corriente,
un temblor sin vela, sin bajel, sin brújula,
una maniobra del tiempo que no detiene
el ascenso repentino hacia la luna,
para ser existencia soñadora en el instante,
incluso, en el futuro que en la visión se oculta,
solo por el misterio de ese nombre,
solo por la seducción de su aventura
que nos convierte en latido del lenguaje,
cuando asoma en las voces sin renuncia.
Con el acento arrojado del amante
que convoca a la odisea más profusa
al vivirlo desde adentro, en ese cauce
como mecha que enciende la penumbra
y con el grito de fuego, desde la sangre…
Y sin candados hacia la altura.
Nancy Santiago Toro
Derechos Reservados©
Sin candados, pero con mucha belleza lírica. Disfruto mucho de tus poemas. Un saludo y abrazo.
ReplyDeleteHola Eric, te agradezco mucho tu presencia y bellas palabras.
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