¿Y es así como me deseas?
Hoy voy a vivir tu varonil imagen
del sueño que se ofrece para verla
en jadeantes y prolongados perfiles
dentro del gozo de una fiesta.
Contenido mío con las ideas libres;
las frontales que la locura expresan
con la claridad sensual de la dama luna
que sabe morder la noche entera
en la facultad de los deseos, ahora rebeldes
desde el origen desierto de la tierra,
esas que no han sido como quieren,
por estar atadas a los grilletes de las reglas.
En libertad, hasta pena siento del aire,
no resistirá el temblor de nuestra hoguera
con el calor sofocante, ¿no lo sientes?
Ese que ya avanza poco a poco, como llama
voluptuosa, como un suspiro por tus piernas;
juguetón por tu vientre, hacia tu interior crispante
como fuego cuando quema la acercada leña
y con la fuerza apocalíptica que arde
el roce repetido de la ola sobre mi playa desierta,
como si yo bebiera cada gota de tu oleaje
en movimiento incesante de tormenta.
Y ese subo, subes,
subo, subes…
que desata los murmullos de tu ciudad entera
como si vaciaras del amor todo el lenguaje
y de sus placientes verbos, las formas y maneras,
mientras el relámpago penetra la tarde
con su grito paralizando venas.
Invitado del cortejo de esta euforia
que diluye nuestro cielo en inminencia
y tú y yo desaguando su torrente…
“Shhhhhhhhhhhhhh”
¡Vida no me calles!
¿O no es así cómo me deseas?
Nancy Santiago Toro
Derechos Reservados©
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